Ayer, para los que no vemos las series en ingles subtituladas meses antes de su estreno en la tele, volvió, tras el espectacular capítulo/película que abría la sexta temporada, el doctor más cabrón del Princeton-Plainsboro.
Todo marchaba como la seda: House se planta y deja el Hospital, el espectador sabiendo que eso es imposible se pregunta como van a explicar su vuelta y entonces tras un caso que intenta (y subrayo lo de intenta) resolver su equipo sin el cojo mamón sucede…una gota de sudor cual dibujo manga recorre mi cabezón y pienso (¡me están timando!).
Repasemos la secuencia de los hechos: House se vuelve loco por su adicción a la Bicodina, ingresa en un psiquiátrico para dejar de ver rubias buenorras muertas, consigue recuperarse y deja el Hospital para alejarse de todo lo que recuerde al yonki de antes y para ello (aquí el guionista se fue un momento al baño) se dedica a rellenar huevos con Ragú de Ternera, hacer la colada, etc…
Tu lo estás viendo y piensas: “espérate al final que verás como cuadra todo”…. ¡y un mojón! El razonamiento del Psiquiatra es para meterle fuego: como el estar en la unidad de Diagnostico del Hospital provocó que te volvieses un puto drogata tarao, y al alejarte te curas pero te vuelve a doler la pierna, lo suyo es que vuelvas al Hospital (¿ein?) porque quizás es peor que estés lejos del Hospital que estés dentro (¿lo cualo?)
Por lo menos los guionistas fueron honestos titulando el capítulo: “Fracaso Rotundo”
En fin, vamos a darle una oportunidad a uno de los personajes más interesantes del panorama televisivo actual, pero como esto siga en este plan voy a dejar de ver a Hugh Laurie hasta en los anuncios de Schweepes (o como se escriba).
jueves, 17 de diciembre de 2009
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