lunes, 3 de junio de 2013

Mis comienzos en el maravilloso mundo del cómic (II)

Ayer os contaba como me inicié en esto de los comics en el verano del 88, y fue en ese verano donde empecé mi primera colección.

De todos los amigos que compramos aquellos especiales de verano sólo dos decidimos que merecía la pena gastar todo los meses gran parte (en mi caso casi toda) de nuestra paga en un cómic. Aquel Julio Forum sacó dos nuevas colecciones: Clásicos Márvel y Classic X-Men ... yo me decanté por la Guerra Kree-Skrull.
Por aquel entonces ignoraba todo lo que vendría después pero aquellas páginas sin duda me cambiaron. El dibujo de Neal Adams y John Buscema me apasionó y la historia de aquello heroes me mantuvo en vilo durante cuatro largos meses. En aquellos tiempos esperaba ansioso el día en que el nuevo número llegaba a la papelería (sí habéis oído bien la papelería) y como el dueño era amigo de mis padres me guardaba el ejemplar para que fuera a recogerlo. Por aquel entonces no habia Previews, ni compras online, ni cbr ... o estabas atento o te quedabas sin cómic.

Durante dos años fui acumulando los 24 primeros números de Clásicos Marvel: Nick Furia contra Escorpio, El Caballero Luna de Sienkiewicz (cuyo dibujo me fascinaba especialmente), La muerte de Gwen Stacy, etc...). Entonces (siguiendo el consejo de mi padre) tomé una de las peores decisiones que bajo mi punto de vista un aficionado a los comics puede tomar; decidí encuadernarlos. Mi padre tenía un amigo en una imprenta y se los dio para que me los encuadernara ... nunca supe más de esos comics. Cuando llegó el número 25 con el Power Man y el Iron Fist de Claremont y Byrne, le pregunté a mi padre por los cómics y me dijo que se pasaría por la imprenta ya que seguro que estarían listo. Esa misma conversación la tuvimos durante tres meses y fue al cuarto cuando mi padre me confirmó que según su amigo algo había pasado al encuadernarlos y había perdido mis tebeos... 
Lo que ocurrió a continuación ya es otra historia ...

3 comentarios:

  1. Jo, tio, que putadón. Te quedarías hecho polvo, supongo. Y con ganas de sangre de impresor, no? ;)

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  2. Y tanto ... pero me repuse y el destino me brindó una segunda oportunidad ... sigue atento al blog y verás ...

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  3. Podría ser peor. Podría habértelos tirado a la basura un compañero de piso.

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